viernes, 11 de marzo de 2016

Hielos de caldo, café o zumo

Hoy os mostramos un truquillo para tener a mano y preparado caldo sin que se estropee. Se trata de hielos de caldo, que podréis utilizar directamente en guisos, pastas, verduras, salsas y sopas. Son fáciles y rápidos de hacer.

Simplemente necesitamos: cubitos de caldo y agua o caldo casero que hayamos hecho, un cazo y un molde para hacer hielos.
Lo primero que hacemos es disolver las pastillas de caldo en la cantidad de agua indicada por el fabricante (podéis modificar las cantidades para obtener un caldo más concentrado, añadiendo otra pastilla o echando menos agua) y llevarlo a ebullición. Después, solo tenemos que llenar los moldes de cubitos de hielo con el caldo, lo dejamos enfriar a temperatura ambiente y lo metemos al congelador. Podéis desmoldarlos una vez congelados y meterlos en una bolsa o recipiente (en el congelador) para hacer otra tanda y tener hielos de caldo suficientes. En el caso de tener el caldo casero ya preparado por nosotros, directamente lo echamos en los moldes y a congelar.

A la hora de utilizarlos solo tendréis que coger los hielos, añadirlos directamente a vuestra receta y esperar a que se deshagan. 

Esta opción nos puede servir también para hacer hielos de café o de zumos. Para el café solo tenemos que hacer una jarra de café o preparar una jarra de café soluble con agua y echarlo en los moldes para congelarlos. Es ideal para tomar café frió o con hielos en verano sin que se agüe, o incluso para batidos de café. 
Para el caso del zumo, podemos hacer zumo natural de la fruta que queramos (mucho más sano) o usar zumos comerciales. Como antes, los vertemos en los moldes y lo congelamos. Cuando hagamos un rico zumo, le añadiremos estos hielos y podemos dejarlos que se deshagan lentamente mientras lo bebemos o triturarlos a modo de smoothie.

Probadlo, son una solución muy práctica.





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